Hugh Milne. ”The Heart of listening. A visionary approach to craniosacral work”. p.2. Edition: North Atlantic Books Berkeley California. ISBN: 1-55643-279-8.
– Aprender a estar sentados, tranquilos, hasta que vuestro entorno repose y aclare. Sentir una profunda tranquilidad. Entonces empezar.
– Sobre todo ir lentos.
– Desarrollar una percepción y una compresión intuitiva de cada cosa. Prestar atención a todas las cosas, especialmente a las pequeñas. Con frecuencia cambiar las cosas pequeñas permiten grades cambios.
– Tratar todas y cada una de las partes de la misma forma. Cada célula del cuerpo posee una conciencia. Cada pequeña estructura del cuerpo es un holograma.
– Cuanto más focalicemos nuestra conciencia en el presente, mas percibiremos que el tiempo se ralentiza y mayor será nuestra percepción del movimiento craneal. Esto es una expansión de conciencia “la elongación (expansión) del yo”. En este estado de conciencia percibiremos las causas que perturban. No se percibe igual que en un estado de conciencia ordinaria.
– La presencia es muchas veces más importante que la técnica. Los principiantes quieren aprender siempre muchas técnicas. Mientras que cuando se es un maestro bastará con una sola técnica.
– Es maravilloso ver cuanto con tan poco se puede hacer tanto.
– Pedir permiso para tocar la cabeza del paciente. Entonces colocar vuestras manos en la cabeza y escuchar. Escuchar lo que la cabeza quiere que hagáis.
– Si la cabeza dice que no hagáis nada no hacer nada.
– No podéis ir mas profundo solo podéis ir más rápidos.
– Pedir ayuda espiritual después de haber hecho de la forma mejor que sepáis hacer. Si no sabéis que hacer, pedir una taza de te.
– Meditar, sentir que vivís, estar en reposo y trabajar con mesura.
– Realizar vuestro trabajo y después retiraros.